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Halloween and All Saints Day

This Thursday is the 31st of October—Halloween. . . Boo! Now that I have thoroughly frightened you, I would like to share with you a Catholic perspective on Halloween.

Though apparently disconnected in modern thought, Halloween and All Saints Day are connected. The origin of the word Halloween is taken from an older English term– “hallows” –meaning “holy,” or, in this instance “holy ones” –the saints. “E’en” is a truncation of the word evening. So, when you say “Happy Halloween,” in our current vernacular, you are saying, “Happy Vigil of the Feast of All Saints Day.”

As we find ourselves surrounded by frightening decorations of skeletons, graveyards and other deathly decorations, we are reminded that they a have a devotional meaning in our Catholic tradition. These images recall our mortality, reminding us to be holy because we are destined for judgment (Heb. 9:27, Rev. 14:15). These visible symbols of death serve as a reminder of the last things—death, judgment, heaven, and hell (CCC 1020-65).

Separated from Catholic teaching, grim or ghoulish costumes can, furthermore, be mistaken for a celebration or veneration of evil or of death itself, contradicting the full and authentic meaning of Halloween. For Christians, Christ has conquered death, “Where, O Death, is your victory? Where, O Death, is your sting?” (1 Cor 15:55). Christ has conquered death through the Paschal Mystery: His Passion, Death, and Resurrection. The graces of the Paschal Mystery are evident in the glory of all the saints, the same saints who we desire to dwell with in the fullness of life in heaven.

Have a safe Halloween and remember to attend Mass on All Saints Day: Friday, November 1st. All Saints Day is a Holy Day of Obligation. Our Lady of Perpetual Help will be offering All Saints Day Mass at 8:30 AM and 7:00 PM.

Halloween y Día de Todos los Santos

Este jueves es 31 de octubre: Halloween. . . ¡Boo! Ahora que los he asustado mucho, me gustaría compartir con ustedes una perspectiva católica sobre Halloween.

Aunque aparentemente desconectados en el pensamiento moderno, Halloween y el Día de Todos los Santos en realidad están conectados. El origen de la palabra Halloween se toma de un término inglés más antiguo: “hallows”, que significa “santo” o, en este caso, “santos”, los santos. “E’en” es un truncamiento de la palabra tarde. Entonces, cuando dices “Feliz Halloween”, en nuestra lengua vernácula actual, estás diciendo: “Feliz Vigilia de la Fiesta de Todos los Santos”.

Al encontrarnos rodeados de aterradoras decoraciones de esqueletos, cementerios y otras decoraciones mortuorias, recordamos que tienen un significado devocional en nuestra tradición católica. Estas imágenes recuerdan nuestra mortalidad, recordándonos que debemos ser santos porque estamos destinados al juicio (Heb. 9:27, Apoc. 14:15). Estos símbolos visibles de la muerte sirven como recordatorio de las últimas cosas: la muerte, el juicio, el cielo y el infierno (CCC 1020 1020-65).

Separados de la enseñanza católica, los disfraces sombríos o macabros pueden, además, confundirse con una celebración o veneración del mal o de la muerte misma, contradiciendo el significado pleno y auténtico de Halloween. Para los cristianos, Cristo ha vencido la muerte: “¿Dónde, oh Muerte, está tu victoria? ¿Dónde, oh Muerte, está tu aguijón?” (1 Corintios 15:55). Cristo ha vencido la muerte a través del Misterio Pascual: Su Pasión, Muerte y Resurrección. Las gracias del Misterio Pascual son evidentes en la gloria de todos los santos, los mismos santos con quienes deseamos morar en la plenitud de la vida en el cielo.

Que tengas un Halloween seguro y recuerda asistir a Misa el Día de Todos los Santos: viernes 1 de noviembre. El Día de Todos los Santos es un día santo de precepto. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ofrecerá la Misa del Día de Todos los Santos a las 8:30 a. m. y a las 7:00 p. m.