MENU

From Fr. Hector’s Desk – February 4, 2024

Hands to Heaven

For those of us who have shelter, enough to eat and decent health – and in many of our parishes that is the case – the first reading from Job is a “downer”. Job is very articulate as he voices one woe after another. Job is speaking to his friends about his troubles. But note he also speaks about the human condition of so many in the world.

Jesus’ actions throughout the gospels and in today’s passage, speak clearly to us. God does not send us pain or suffering. With Job we look for relief. It may not come in the form we want, nevertheless Jesus shows us that God is always reaching out to heal our brokenness. The Psalm today stirs our faith to proclaim, “Praise the Lord who heals the brokenhearted”.

Jesus wanted to heal not only physical illnesses, but the whole person. So, we can understand why, after so many cures all through the previous days and the press of desperate people looking for cures, Jesus needed to rise early and goof to pray. For it is through prayer that he and we can keep our heads on straight!

By Jude Siciliano, O.P. First Impressions. Fifth Sunday in Ordinary Time (B) February 4, 2024.

Del Escritorio del Padre Héctor

Para aquellos de nosotros que tenemos refugio, suficiente para comer y una salud decente – y en muchas de nuestras parroquias es así – la primera lectura de Job es “decepcionante”. Job es muy elocuente al expresar un lamento tras otro. Job está hablando con sus amigos acerca de sus problemas. Pero nótese que también habla de la condición humana de tantas personas en el mundo.

Las acciones de Jesús a lo largo de los evangelios y en el pasaje de hoy, nos hablan claramente. Dios no nos envía dolor ni sufrimiento. Con Job buscamos alivio. Puede que no venga en la forma que queremos, sin embargo, Jesús nos muestra que Dios siempre está tratando de sanar nuestro quebrantamiento. El Salmo de hoy despierta nuestra fe para proclamar: “Alabado sea el Señor que sana a los quebrantados de corazón”.

Jesús quería sanar no solo las enfermedades físicas, sino a toda la persona. Entonces, podemos entender por qué, después de tantas curaciones a lo largo de los días anteriores y la presión de personas desesperadas que buscaban curación, Jesús necesitaba levantarse temprano e irse a orar. ¡Porque es a través de la oración que él y nosotros podemos mantener nuestras cabezas orientadas!

Traducido por Héctor Cruz, S.M.