“As Catholics and Americans, we are blessed to be able to participate in our nation’s political and public life. Our freedoms respect the dignity of individuals and their consciences and allow us to come together for the common good.” [Forming a Conscience for Faithful Citizenship, vii]
November 5th is election day, and how blessed we are to be a part of it. Perhaps it feels like a blessing in the light of how it feels to be blessed in the Beatitudes–“Blessed are they who hunger and thirst for righteousness, for they will be satisfied.” Sure, it’s good to be blessed, but that doesn’t mean that the journey to a blessing is always enjoyable.
How do we navigate this challenging time? As Paul tells us in First Corinthians 2:16, we have the mind of Christ, and we must engage this mind at every difficult moment. We must be people of prayer and service, seeing our nation’s challenges not as problems to be solved, but as people to be loved and lifted up.
This is not a time to insulate and isolate, but a time to unify and engage. One of the great evils that the devil has perpetrated against us is to make us focus on the divisions that separate us and not to marvel at what connects us.
Please vote if you are able, and ask the Holy Spirit to give you the mind of Christ in this instance and in all of your decisions.
Recuerda, recuerda el cinco de noviembre.
“Como católicos y estadounidenses, tenemos la bendición de poder participar en la vida política y pública de nuestra nación. N ues tras libertades respetan la dignidad de las personas y sus conciencias y nos permiten unirnos por el bien común ”. Formar una conciencia para ser ciudadanos fieles, vii]
El 5 de noviembre es el día de las elecciones y qué afortunados somos de ser parte de ellas. Quizás se sienta como una bendición a la luz de cómo se siente ser bendecido en las Bienaventuranzas: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados ”. Claro, es bueno ser bendecido, pero eso no significa que el camino hacia la bendición sea siempre agradable.
¿Cómo navegamos en este momento desafiante? Como nos dice Pablo en Primera de Corintios 2:16, tenemos la mente de Cristo y debemos ocuparnos de esa mente en cada momento difícil. Debemos ser personas de oración y servicio, viendo los desafíos de nuestra nación no como problemas que deben resolverse, sino como personas que deben ser amadas y exaltadas.
Este no es un momento para aislarse y aislarse, sino un momento para unificar y comprometerse. Uno de los grandes males que el diablo ha perpetrado contra nosotros es hacer que nos centremos en las divisiones que nos separan y no maravillarnos de lo que nos conecta.
Por favor vote si puede y pídale al Espíritu Santo que le dé la mente de Cristo en este caso y en todas sus decisiones.